Es una de las creencias más extendidas en cuanto a la nutrición, pero el hecho de no combinar más de tres alimentos en un mismo plato no tiene por qué ser más saludable.
Probablemente, lo hayas escuchado más de una vez e incluso, hasta hayas intentado reducir los ingredientes en a la hora de preparar muchas de tus recetas. La creencia que afirma que elaborar platos de hasta tres ingredientes (sin contar los condimentos como la sal o las especias) es más saludable y engorda menos que el hacerlo mezclando muchos más se ha extendido en los últimos años, pero ¿es verdad esta afirmación o solo es una tendencia errónea? Para poder salir de dudas y saber cuál es la mejor manera de cocinar nuestras recetas favoritas de manera saludable, hemos preguntado a Carolina Rico, dietista y experta en wellness el porqué ha surgido este pensamiento nutricional: «Algunas corrientes dietéticas promueven la simplicidad en la combinación de alimentos para facilitar la digestión y evitar molestias como hinchazón o pesadez», explica.
¿Y si una receta necesita más de tres ingredientes?
«No hay problema en utilizar más de tres ingredientes en una comida, siempre que estos sean naturales y de calidad. La clave está en escuchar al cuerpo y observar cómo reacciona ante diferentes combinaciones. Si alguien nota pesadez digestiva con comidas muy complejas, puede probar recetas ligeras y más simples sin necesidad de seguir una regla estricta», afirma Carolina Rico.Consejos para mejorar la combinación de alimentos:
- Escucha a tu cuerpo: Si notas malestar tras ciertas combinaciones, adáptalas según tu tolerancia.
- Opta por alimentos naturales y sin procesar: Evita los ultraprocesados, ya que pueden dificultar la digestión y la absorción de nutrientes.
- Experimenta con diferentes combinaciones: No tengas miedo de probar y ajustar hasta encontrar lo que mejor funciona para ti.
- Presta atención a la forma de cocción: Algunas preparaciones pueden hacer que ciertos ingredientes sean más digestivos y nutritivos.
- No te obsesiones con las reglas: La alimentación debe ser disfrutable y flexible, no una fuente de estrés.